y el cascabel de las risas infantiles,
llenando cada rincón de la casa.
Aquellas navidades de ensueño
y la agitación previa a los regalos
de los Reyes Magos.
A mi padre, con unos años menos
y esas tardes en los merenderos,
frente a una jarra de cerveza fresquita
y un pollo jugoso, que impregnaba
el aire con sus aromas de tierno
y recién asado.
Los "Montaplex" y los tebeos infantiles
y aquel gato negro con un gran cascabel,
llamado "Pumbi", que no volví a ver
en ninguna de sus páginas.
"Mortadelo y Filemón", "Carpanta",
"Doña Petra", " las hermanas Gilda" y
" la familia Ulises", sin olvidar
" los grandes inventos del T.B.O" con
la genialidad del " profesor Franz de
Copenhague ".
En la radio sonaban: Elena Francis," la saga de los Porretas", " Heliodoro y
Gundemaro" y otros espacios amenizados con la canción del Cola Cao.
Ya no hay canicas, ni vaqueros, ni indios,
o aquel "Fuerte Comansi".
Son otros tiempos, que no dejan
espacio suficiente a la nostalgia.
Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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