para celebrar la vida,
bien está que se decida,
alegrarse de estar vivo.
De saber que hay un lugar
en tu corazón inquieto,
que se basa en el respeto,
cuando se comienza a amar.
Que el dolor es pasajero
y la alegría se instala,
que la tristeza no es mala,
te añoro, porque te quiero.
Y es esa melancolía
la que permite que vibre
y hace que me sienta libre
con la intensidad del día.
Que todo, por asumible,
tiene cabida y espacio,
para disfrutar despacio
de ese tiempo incombustible.
Que anida en tu corazón,
porque vivir es gozar,
amar, sentir o llorar,
pues la vida es emoción.
Cuando tu alma se emociona,
se vive en la intensidad
de tu propia realidad
y te haces mejor persona.
Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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