sábado, 7 de septiembre de 2024

El crisol donde damos forma a nuestros sueños.

No hay tiempo que perder,
 el ave de los sueños pasará con su plumaje
de seda, sobre las cabezas que mantienen 
la ilusión del vuelo.


Debemos aprovechar ese incendio en la razón 
y apagar el fuego que consuma el ánimo,
antes de que las llamas conviertan en cenizas 
todos nuestros anhelos.


Hoy es el día perfecto y mañana traerá 
esa tardanza, que inclina la balanza 
y deja caer por su propio peso, el volumen 
de la pereza, hacia los abismos de nuestros
propios temores.


La certeza no existe en una realidad figurada,
que no mantiene su forma exacta, por encima 
de las efímeras visiones de nuestros futuros 
logros.


Nuestros sueños no tienen forma y sólo 
a través de los hechos, rompemos los espejos 
ilusorios, para crear en el crisol de la esperanza, una dorada realidad, resplandeciendo en el sol que amanece 
dentro de nuestros corazones ilusionados.

Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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