domingo, 1 de septiembre de 2024

Nuestras vidas fluyen en las arenas del tiempo.

Se mueven las voluntades 
en el tiempo y sus arenas,
las alegrías y penas 
surgen de sus tempestades.


Como en árido desierto,
nuestra vidas agitadas,
se muestran tan desoladas.
que nuestro sino es incierto.


Lo que los ojos contemplan,
dejan huellas e impresiones 
y esas gratas sensaciones,
con la experiencia se mezclan.


Gotas de agua o de rocío,
arenas que mueve el viento,
la vida es breve, un momento 
y tiempo es caudal de un río.


No se puede detener 
el pulso de nuestra vida,
tiene su justa medida 
y debemos comprender.


Que nada termina y luego,
cuando la vida ha cesado,
es un instante pausado 
en un complicado juego.


Que se agita en esa suerte 
de aprovechar cada instante,
la vida va por delante,
burlándose de la muerte.


Y la muerte, piadosa 
nos concede ese receso,
pues el tiempo es un proceso 
y la vida es…otra cosa.


Se compone de momentos,
al sentir, que en realidad,
es la única verdad
desde nuestros nacimientos 

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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