miércoles, 11 de septiembre de 2024

Una hogaza de buen pan de vida.

Como el pan de blanca harina,
que crece en la levadura,
en nuestra breve andadura,
todo lo que nos fascina 
en el crecimiento humano,
lo tenemos tan a mano,
que nunca lo percibimos 
y muy poco conseguimos,
si falta la voluntad 
de poner en la intención,
todo nuestro corazón.


Pan somos y moldeamos 
la vida que nos han dado,
abre la llave el candado 
de todas las experiencias 
y así tomamos conciencia
de que nuestro crecimiento,
no se debe a ese momento 
único de inspiración,
sino a la consecución 
de nuestra obra en la vida.


En esa justa medida,
la harina de la tahona,
convierte a toda persona 
en el pan, cuyo alimento 
es del alma su sustento 
y el carácter que se amasa
en el amor y el respeto,
deja al espíritu inquieto
una emoción que rebasa 
toda nuestra comprensión,
porque este pan, en cuestión,
es rico y de buena masa.

Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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