martes, 3 de septiembre de 2024

Una carta a mi mismo.

Sí envió una carta a mi mismo …
¿Debo de poner remite?
Para que nadie me quite 
el derecho de leerla,
quizás mejor esconderla,
sabiendo yo el escondite,
aunque parezca egoísmo.


Nunca sabré qué contarme,
ni actuar con la sorpresa,
pues sé bien en esta empresa,
que no debo equivocarme.


Ya conozco de antemano 
el texto de la misiva,
no gastaré más saliva,
no es un relato liviano.


Trato de profundizar 
en el fondo de mi mente,
sabed que a  este remitente,
le gusta mucho pensar.


Y en esta disertación 
que tengo conmigo mismo,
franquearé ese abismo,
que separa a la razón 
del exceso de mesura,
que conduzca a la locura.


Y sí es locura el hablar,
a la vez que uno se escucha,
también esta dicha es mucha,
para poderla expresar.


Hablo conmigo y no miento,
ante todo honestidad,
el brillo de la verdad,
es luz en mi pensamiento.


A nadie ya me encomiendo,
si no quieren comprender,
que quiero hacerme entender,
al menos, yo si me entiendo.

Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.








No hay comentarios:

Publicar un comentario