celebrad el sol que brilla
o el agua, que cae en gavillas,
cuando en la tormenta llueve.
La lluvia canta serena
en un acorde de voces,
que muy pronto reconoces,
lluvia necesaria y buena.
¡Danzad! Como el último intento
de una hoja desprendida,
que agradece así la vida,
al moverse con el viento.
El río danza cantando,
en su cauce pedregoso,
en ese paraje hermoso,
cuando hacia el mar va llegando.
La vida danza exultante,
vestida de colorines
y todos los danzarines
saben que es muy importante.
Toda la celebración
de la vida y disfrutarla,
porque hay que saber bailarla,
poniendo toda intención.
Como un sólo corazón,
la vida danza y se agita,
se mueve y se precipita
con una nueva ilusión.
Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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