dejé mis triunfos perdidos
y en mi colección de olvidos,
dejé mi dolor y pena.
Escondido en mi trasero,
lo inservible, pues merece
su lugar, porque aparece,
aunque no sea lo primero.
Y es que se van alejando
los años, y están distantes
los momentos importantes,
porque otros están llegando.
Ocuparán su lugar
con sensaciones recientes
y un balbuceo entre dientes,
se llegará a masticar.
Porque la vida es acción
y todo se sustituye,
se aprovecha o se destruye,
durante su digestión.
Digno es de gran mención,
que el brote de la paciencia,
es fruto de la elocuencia,
en toda resolución.
Que la calma es virtuosa,
en la atención permanente,
quien calla otorga, o se miente,
si está pensando otra cosa.
Y en toda declaración
de una intención verdadera,
quiero ver gente sincera,
que tengan buen corazón.
Escrito en Octubre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



































