jueves, 30 de abril de 2015

Caricias de Nácar

Cuando beso tu cuerpo desnudo,
orlado de sombras,
mi boca se sacia de aromas y sabores
que en mi alma retengo.

Mi  cuerpo es cristal vibrante
al contacto con tu piel.
Yo caigo meciendo mi cabeza
entre tus caderas
y mis ojos se cierran
sintiéndote tan cerca, tan íntima,
tan mujer, tan rotunda.

Tú, paloma en fugaz vuelo
y yo, el viento que no pesa,
rodeando tu cuerpo,
alargando mis dedos
en caricias de nácar y espuma.

Me pierdo en tus curvas
y orbito, cual satélite errante
en tu entorno.
Recorro con mis labios
la orografía perfecta de tu figura.

Me lleno de ti, de cada palmo
de tu dulce piel,
me enerva tus aromas y tus sabores
y te deseo, como un animal en celo.

Luego miro tus ojos
y en la miel de tu mirada
se calma mi tempestad.

Escrito en Abril 2015 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"

¿ Porqué escribo ?


Me preguntáis ¿Porqué escribo?.
Por que pienso, siento y sigo.
Sólo soy espectador
de otras vidas, que a mi paso
sienten éxito o fracaso
y brillan en su esplendor.

Tan sólo soy trovador,
inquieto malabarista,
que en vuestro ser equidista
lo mismo que de su ser.

Que busca un amanecer
para perseguir el día
y esa luz, que prometía
el Sol en su descender.

Escrito en Abril 2015 por Eduardo Luis Diaz Expósito. "zuhaitz"

El Reflejo del Amor

A veces buscamos amor
siguiendo una falsa certeza,
creyendo que es  la belleza
su más firme resplandor.

Amor que lacera y lastima,
al no observar, que en su seno,
por dentro se encuentra lleno
de aceradas espinas.

Si el Amor es transparente,
la intención también es pura
y eso es lo que asegura
saber dar un paso al frente.

Amor, ilusión, reflejo
de todos los sentimientos,
que nubla el conocimiento
al mirarnos en su espejo.

El Amor como destino
se halla en la Eternidad,
si uno encuentra en su verdad
las huellas de su camino.

Escrito en Abril 2015 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"

Duermes





Después de un encuentro entre tu y yo
y los astros que guardan
nuestros nombres y nuestros secretos,
nos vence un sopor de dulce miel
y espumas ingrávidas.
En el almidón de las sábanas
se recuestan tus sueños,
se ladea tu cabeza
y duermes.
Aún con el último suspiro de tu aliento
prendido en mi boca,
contemplo tu rostro radiante y sereno,
te adoro calladamente, te contemplo
y duermes.
No quiero romper la magia del momento,
ese abandonarse en la marea calmada
del éxtasis.
Soy esquife ligero varado
a la orilla de tu playa,
el agua que dulcemente besa tus pies
y el Sol cuya caricia dorada
deja como un cálido beso
su huella sobre tu piel.
Te amo, te adoro y te contemplo ensimismado.
¡Cuánta belleza guardan esos ojos cerrados,
o esos labios de fuego y húmedos deseos!.
El corazón late sin cesar al compás del tuyo,
sonrío, acaricio tus cabellos
y mientras tú duermes.
Escrito en Abril por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"