Mi corazón sin almenas,
permanece siempre abierto
y esto que proclamo es cierto,
aunque no esquivo las penas.
Penas sobre un mal querer,
donde la traición campea
y no es porque no la vea,
si la quiero deshacer.
Sólo intento renacer
en algo, tal vez ya muerto,
indefenso en un desierto
correcto en mi proceder.
Quiero poner corazón,
luchar contra esa marea,
que insisto, no es que no vea,
es que me queda ilusión.
Y si resulta baldío
sentir y decir : Te Quiero,
he de hallar otro sendero,
ya en el tuyo no confío.
Escrito en Mayo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”