la luz que tú proyectas, hoy te nombra,
se alarga tras la huella de tu sombra
y vibra con tu ser en llama inquieta.
Los hechos se suceden y es el sino,
que guarda en toda acción, la referencia
de todo tu tesón y esa paciencia,
que dejas con tu rastro en el camino.
Tú eres, la respuesta a tu verdad,
viviendo tu razón y tu justicia
y en ello está patente tu pericia,
moviéndote en tu propia realidad.
El mundo que es injusto, se reserva
a darte la opinión que tú mereces,
ajeno a tu criterio, mientras creces
sabiendo que hay un ojo que te observa.
Que en nadie, nunca puedes confiar,
tan sólo en la razón sobre ti mismo
y en esa soledad, frente al abismo
decides detenerte o caminar.
Hallar en cada cruce, otro sendero,
que puedas sin peligro, dar el paso
que lleva hacia el éxito o fracaso,
ante la honestidad de ser sincero.
Al menos, sí mantienes tu firmeza
y el gesto que declara tu actitud,
tu ejemplo ha de marcar la rectitud,
que luce y que corona tu cabeza.
Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.