domingo, 18 de marzo de 2012

Blanco Espejo

Soy un naúfrago en un mar de ilusiones,
donde el poema conforma una visión
que la realidad de basalto niega.

Todo lo que escribo me lo debo a mi mismo,
porque son partes de mi.

El papel es el blanco espejo,
donde me reflejo sin temor
a deformar mi imagen.

Escrito por "zuhaitz" en 1997
Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016













Evocación Romántica

La Luna es un pez de plata
que lleva sobre su lomo
la luz sorprendida.

Sobre el cielo dibuja una sonrisa de nácar
en la noche (etíope enamorada).

Cascabel o moneda, con la cual
se paga el sueño
y se evoca la inspiración
en las cavidades enamoradas
de un corazón de poeta.

Escrito por "zuhaitz" en 1997

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016


Torrentes de luz

Hoy de nuevo sale el Sol,
clarifica las tinieblas de la noche.
Cada rayo, una esperanza de vida,
que tras la lluvia vertida
nos será de recompensa
llenando nuestra despensa
antes vacía y muerta
con los bienes de la huerta.

De nuevo la claridad,
que acaso hiere los ojos,
pues tienen sombras de antojos
que impiden ver la verdad.

¡Que entre la luz a raudales,
que no es un experimento!
¡Hay luz de conocimiento
de tormentosos caudales!.

Discurriendo entre las rocas
de la inerte sinrazón,
la luz en el corazón
corrige si te equivocas.

Luz, pulsación vida
que abre nuevos horizontes,
el sol nace entre los montes
como una profunda herida
de rojo en el firmamento,
mas, su color es ungüento
de claridades bebidas.

Escrito por "Zuhaitz" en 1996

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016

Bajo los rayos solares

El día comienza a andar
partiendo por la mañana,
con resaca y con desgana,
lentamente al despertar.

Porque el calor se hace insano
y nadie puede dormir
o en la noche redimir
nuestros cansancios humanos.

Entra el verano caliente
asolando las ciudades,
llenas de necesidades,
de hormigón y tanta gente.

Que sucumbe a sus pesares
hundiendo en su arquitectura
sus pesadas estructuras
bajo los rayos solares.

Escrito por "zuhaitz" en 1996
Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016


¡La vida da tantas vueltas!

¡Cuánta vivencia ha quedado
dormida en el pensamiento!.
¡Tanta carga es la que siento
que me duele en el costado!.

¡Tanto errores y ganas
de matar la soledad,
que a veces pienso, en verdad
si es la soledad mi hermana!.

Camino adelante y miro
lo que atrás se va quedando,
mientras sigo caminando,
la vida da un nuevo giro.

Y uno se pregunta eso,
si seguiremos "tan panchos"
o daremos en lo ancho
de la tierra con los huesos.

Escrito por "Zuhaitz en 1996

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7
Depósito Legal: BI-701-2016


Entre ambas aguas

El mar es tan sólo un pozo
para quien es pesimista
y grita: ¡Tierra a la vista!
henchido de tanto gozo...

...Porque su vida está anclada
a la tierra y al pasado
y jamás un paso ha dado
sin medir bien la pisada.

En cambio, si es optimista,
el mar es la inmensidad,
donde el gozo es la verdad
hasta perderse de vista.

Y sabe que la distancia
se salva con corazón,
sólo basta la intención
y mantener la constancia.

Escrito por "Zuhaitz" en 1996

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7
Depósito Legal: BI-701-2016



sábado, 10 de marzo de 2012

La araña

Suspendida en la débil cuerda
sobre la trama de la vida
que su andadura ha forjado.

En el eterno rito
de la existencia y el óbito
camina entre las redes un cuerpo negro
al amparo de las sombras, oculta.

O acaso, bajo el corro repentino
de un venablo de luz incandescente,
con la vida en migajas
a tino de sus mandíbulas
y la muerte en el abdomen
tras de sí.

Dejando un rastro de hilos
y cadáveres ciegos,
que ignoraron
la fortaleza de una seda transparente

Lo más sutil venció de nuevo
al orgullo de los poderosos.

Escrito por zuhaitz en 1985

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016

Buscando la dicha entre las paredes del miedo

Ignoro porque las rosas
no florecen bajo el mar.
Tal vez la candidez de su pecho
abierto en corolas, no soporte
el rumor que entreteje el azul craso
entre los labios múltiples de sus marejadas.

O quizás, su excesivo beso
entre húmedas constancias
haga estallar en rubores su tierna timidez
y tal vez, por eso, se torne en rubíes,
cuando el atardecer mece al Sol
sobre el lecho de las aguas.

Ignoro porque la piedra
no comenta el infortunio de una roca
que se deshace cuando una lengua suave
lame su gélido cuerpo.

Tal vez no es inerte
y de su alma escondida
se desprenden arenas de ternura
para dorar las playas bajo la luz cristalina
de un sol de azogue.

O acaso llore su falto sentimiento,
su"no poder amar", y poco a poco
su dureza se torne ánima o cristal
y se vierta lentamente
como los siglos colosos
lloran su amor a las sílfides del viento,
cada segundo que pasa,
pasajeros distantes
en el aciago tiempo.

Ignoro porque se quiebra la vida
tras las ventanas
y el tragaluz de los hechos
devora el último rayo.

Lo ignoro, si.
Mas, si un ático se eleva como una frente
desnuda e inocente
sobre la miseria del polvo,
sobre los cimientos de una noche insomne,
merece la pena buscar a tientas
la esquiva dicha, tras las paredes del miedo,
soñando estrellas una vez más.


Escrito por zuhaitz en 1985

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7
Depósito Legal: BI-701-2016




Dedos, pájaros mudos...

Mis dedos crecen
sobre las carátulas del viento,
arbustos encrespados sobre la fosca cabellera,
que anega las sienes de negras sierpes.

Bocas para devorar el humo
de una cremación de interrogaciones,
líneas divisorias de la razón,
sobre una frente húmeda, que se apiada
de esa caja ósea, que contiene
la insensated y la gloria.

Garabatos que fluyen en los miembros,
con los cuales expresamos
lo que la lengua de asfalto no puede pronunciar
sobre aquello que nos es divino.

Peces córneos, extremidades de poniente
sobre un cuerpo tendido,
como la sombra del árbol,ya vencido,
que llora su ausencia de hojas
y se retuerce sarmentoso.

Nudos nerviosos, durezas que a una palma,
los brotes tiernos de una caricia
se alargan en delta
y desembocan en ríos
sobre la piel que palpa.

Pájaros mudos, aves que sueñan la lejanía
allende los frondosos cuerpos
y vuelan alto, más alto que las coronas
o ese sol que proyecta sus rayos
a través del helecho, manos, hojas vivas
que de un corazón palpitan.

Anémonas, que al mar infausto olvidan
para prenderse en la tierra.
Racimo solo, que labrado en figuras de terciopelo y sombras
proyecta sobre las superficies
serpientes que se aletargan
al calor febril,
donde el hierro se deforma
con los mismos brazos que acompasan la monotonía
y la danza de las chispas bajo el yunque,

Tenazas opresoras,
donde la garganta nívea
solloza el aire que muere en el último estertor.
Plumas sobre la carne candente,
forjada a golpes de aliento,
allá donde el placer y el dolor
recuperan la forma, para mostrar
el ojo que se extiende
y sueña metales furiosos,
amaneceres de sangre y fuego
que formarán el esqueleto calcinado
de un espíritu errante
en la esfera de un reloj.

Dedos como horizontes sin hollar con la miradas,
ínfima porción de un ser
que otea el límite y se plantea
seguir la dirección de un dedo acusador
que se pierde en puntos suspensivos,
allá donde la palabra se desnuda
para dejar paso al gesto.

Escrito por Zuhaitz en 1985

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7
Depósito Legal: BI-701-2016




Soy amante del amor

El humo se deshace en espinas,
mientras se agota un volcán
que aspirado por mis labios
fenece entre mis dedos.

Mi imaginación flota como el humo
y se expande a lo largo del firmamento
que hay dentro de mis ojos.

Estoy en la encrucijada, entre las marismas de tu cuerpo
y la imagen de un recuerdo
y no sé qué puede más.

Me estoy estirando como una cuerda de cáñamo
tensada entre dos manos.
¿Tan difícil es la decisión?.
¿Tan difícil es borrar la niebla
y palpar el bulto impreciso entre mis dedos?.

Me acuso de amar inconscientemente,
sin razón y sin conciencia,
vivir en el presente,
respirar con impaciencia
el aliento enamorado
y besar tus labios,
que tanto habré besado.

Me eximo de corrupción,
quien ama ciegamente
no ha de hallar sobre su mente
penumbras de sinrazón.

Así, el loco corazón
juega en el alma, demente,
loco amante, inconsecuente
en ríos de la pasión.

No me queda, sino pena,
si en tus labios candorosos
la llama viva del gozo
en tu boca se cercena.

Mas ¡Qué hacer, Sumo Hacedor!.
Soy amante que persigue
el Amor en donde vive.
Soy amante del amor.


Escrito por Eduardo Luis Diaz "zuhaitz" en 1985.

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016