lunes, 28 de diciembre de 2020

Vivir en la ilusión que nos inflama.

Yo tengo un corazón que no razona,
cuando el amor se asoma en una esquina,
pues siento en la razón, que se aglutina 
la duda que presiente mi persona.


No sé si en el amor, será la suerte,
la que decide el pulso del momento 
y en  ese devenir de un sentimiento,
se sufre, cuando ya no puedo verte.


Si busco tu presencia y aún llenando 
mi vida con tu vida, me parece 
que el tiempo es muy cruel, y desvanece 
tu amor, aunque mi ser te siga amando.


Me dicen, que ya nada nos perdura,
que todo tiene un fin, que lo solapa,
que todo ha de pasar por una etapa,
que puede resultarnos triste y dura.


Que en el amor nada se muestra por seguro,
hoy luce en tu ilusión, su claridad,
mas, es un espejismo en realidad,
un vaso que se estrella contra un muro.


Que nada prevalece, y si se ama
su tiempo se retiene en la memoria,
la vida ha de girar, como una noria 


y es esa la razón que nos inflama.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


domingo, 27 de diciembre de 2020

Te bajaré la Luna, hasta tus plantas.

Enciéndeme en la noche las estrellas 
y bajaré a tus plantas, esa luna,
tan bella como el nácar, que ninguna
joya ha de lucir jamás tan bella.


Acuéstate en el lecho, y si te llama
un ave, con su trino en la mañana,
será porque la aurora, aún temprana,
por celos quiere estar junto a tu cama.


Hay luz en tus pupilas y provoca
mis ganas de besarte en un abrazo,
sintiendo una hoguera en tu regazo,
si beso las orillas de tu boca.


Enciéndeme la noche en tu mirada,
con el ardor de un fuego apasionado 
¿No ves que ya me siento enamorado
y sueño con tu amor, junto a la almohada?.


¿No ves que ya he perdido mi latido,
porque mi corazón a ti te lo he entregado?
Me siento sin valor y desolado,
si no tengo tu amor comprometido.


Y vivo en la esperanza de sentirte
amante, como luna de mi anhelo,
ocupas su lugar y eres mi cielo,
de besos y de amor he de cubrirte.


Que no tendrás jamás temor, ni frío,
pues en mi corazón tendrás cobijo,
el beso de tu boca, lo bendijo
y siempre te amaré ¡cariño mío!.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







sábado, 26 de diciembre de 2020

La pesadumbre de los días en las horas muertas.

El cielo está techado por opacas nubes 
y en el suelo hay un brillo acharolado
por el agua. El ojo muestra una pupila 
gris por la tristeza y una pesadumbre,
que anuncia la tormenta que sentimos 
tan próxima, como inusitada en nuestra
sorpresa.


Algo de acíbar en la boca, rezuma su amargura 
en los paladares y hasta la dulzura de la miel
se agria, cuando el frío penetra 
bajo los edredones desplumados 
de una zona de confort deshabitada.


Uno se sobrecoge, mientras sus pensamientos 
pierden la consistencia de sus realidades 
y asoman los suspiros desde las contracciones 
del alma, cuando ya se ha perdido 
un horizonte de luz derramándose 
sobre los cabellos, que graciosamente caen
en una fuga inusual sobre los pesados hombros.


La acción de los días, 
derrite sus consecuencias de plomo,
sobre las conciencias que merman 
en una vacuidad de ilusiones, que se fueron 
deshaciendo lentamente, sobre el engranaje 
de las horas perdidas.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





jueves, 24 de diciembre de 2020

Un beso sella los labios, para que hable el alma.

Hay besos que nos dan vida y aliento
y sentimos en los labios su fervor,
pues nos sirven para hallar en su sustento,
la primicia que nos llega con su amor.


Luego hay besos que producen una herida 
y nos dejan el sabor de una traición,
esos besos que destrozan nuestra vida,
cuando sientes que te han roto el corazón.


Sólo hay besos, que nos brindan complacencia,
si han brotado de unos labios inocentes,
que nos duelen, si perdiendo su inocencia,
se han tornado en lascivos e indecentes.


Pues un beso es un roce, una caricia
de unos labios que en su entrega hay sólo amor,
se deprava su intención, si la malicia
nubla el cielo, donde se halla su pudor.


Ese beso, ha de ser como las mieles,
que destile su ternura en leve roce,
el contacto, que al besarse las dos pieles,
estimula la pasión y crece el goce.


En un beso no ha de haber jamás engaño,
ha de ser por ese amor, tan deseable,
que no deje en su huella, ningún daño
y permita en su mudez, que el alma te hable.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







domingo, 20 de diciembre de 2020

Atracción Fatal.

El contacto con su piel, era como resbalar
sebo sobre aceite hirviendo.
Deshacía todo atisbo de realidad 
y su narcótica presencia, producía 
una adicción tan peligrosa, que resultaba
imposible despertar del sueño, en el cual 
quedabas totalmente sumido.


No se podía concebir la razón, 
ya que se hallaba en poder del deseo,
que se desataba y hería 
las capas más profundas de la piel,
hasta llegar a la carne y sus apetitos.


Lo lascivo restaba aire para respirar 
y sólo se podía anhelar un último suspiro,
antes de morir entre sus brazos.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




viernes, 18 de diciembre de 2020

Los hilos rotos.

Los hilos rotos del tiempo, 
desmembran las horas. 
Los segundos son pequeños trazos 
de memoria, que escapan con ritmo frenético.


Las piedras se hunden en el lecho del río 
y la vida pasa, desgastando la áspera 
e inquieta juventud, asedando las formas,
los cabellos...y así, las ansias van
precipitándose en el fondo del alma,
en la quietud que produce el remanso 
reflexivo de la vejez.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Luz que se nombra, rescatada de la sombra.

Noche sin estrellas,
un río sin agua,
sin fuego en la fragua,
la luz se querella.


Pues la sombra invade,
con negra textura 
y no deja holgura.
Pido que se apiade
de esa vibración,
que aporta belleza
y lima aspereza
desde el corazón.


Puede iluminar 
toda una extensión,
llevando ilusión 
hasta el ancho mar.


Enciende la llama
grácil de la vida
y es agradecida 
como gentil dama



Luz de algarabía, 
sonrisa y dibujo
de mágico embrujo,
lleno de alegría.


Luz para crear,
aquello que nombras,
tan sólo en las sombras,
necesito amar.

Porque lo más bello
en la noche airada,
está en tu mirada
y es luz, su destello.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.








jueves, 17 de diciembre de 2020

Descalzo te amaré bajo la Luna.

Quiero caminar descalzo,
bajo la luz de la Luna, 
no deseo más fortuna,
que las estrellas que ensalzo.


Luna de perfil y aristas,
mostrando en cuarto creciente,
Luna, que en amor reciente,
reinas noches imprevistas.


Descalzo quiero sentir 
el suelo, bajo mis pies,
ya descansaré después,
con la tierra he de fluir.


Notar el temblor, que acciona
sobre mi, el escalofrío,
ser afluente o tal vez río,
pues me embarga y emociona.


La noche me está observando 
con mil ojos misteriosos,
de lejos se ven dichosos 
y en mi alma se van cuajando.


Que no habrá noche más bella,
que la  que quiero ofrecerte,
esta noche, por quererte 
lucirás como una estrella.


Noche para amar y amarte,
con todo mi corazón,
con el brillo y la ilusión 
que siento por adorarte.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




miércoles, 16 de diciembre de 2020

Olvidamos...¿Qué es vivir?.

Olvidamos qué vivir
es recobrar los valores,
respirar, poder sentir 
el aroma de las flores.


Gozar de cada momento 
y ser libres, por derecho,
aire y sol, como alimento,
verde hierba, como lecho.


El frescor de la mañana,
con sus gotas de rocío
sentir  en hora temprana 
el cálido sol de Estío.


Escribir en un cuaderno,
poemas de amor y duelo,
acurrucarse en invierno,
junto al fuego y su consuelo.


Tener el abrazo, presto
y al amigo que es sincero,
brindar, con amable gesto,
cobijo ante el aguacero.


Llevar el gesto valiente 
ante toda adversidad 
y con un café caliente,
disfrutar de la amistad.


Buscar la serenidad, 
cuando se nublen los cielos 
y encontrar la afinidad 
que muestran nuestros abuelos.


Cuando dicen, que vivir 
es cultivar, con amor,
todo lo que has de sentir 
en su máximo esplendor.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.









Desde el presente construimos nuestro futuro.

Sobre un desierto ardiente, vagamos sin rumbo,
ante las atrocidades sólo vencidas 
por las cúspides más altas 
o las profundidades oceánicas más severas.


El aliento roto en el desánimo y los ojos
en alto vuelo, intentado alcanzar los sueños 
que nos negaron.
Los temores y las dudas, fueron imposiciones 
para “ protegernos de todo”, menos de
nosotros mismos.


A veces nos miramos en  el espejo, 
tratando de atrapar nuestra marchita juventud 
y todas nuestras indecisiones, 
pero únicamente vemos el cuerpo desnudo,
que muestra lo que ahora somos y evitamos 
poder haber sido.


Hay arañas que pululan en nuestra memoria,
incapaces de devorar nuestros remordimientos 
y así, el pasado vuelve, dejando atrás 
el tono sepia de la melancolía, para encender 
el rojo ebrio de ira, al contemplar 
todo aquello que abandonamos.


Nuestro camino en  el pasado se desdibuja,
borrando todas nuestras huellas 
y hoy soplan vientos nuevos, pero esta vez...
sujetaremos bien fuerte nuestros sombreros,
para que nadie vea lo que pensamos
y puedan robarnos el brillo de cada una
de nuestras ideas, brotando libres
desde nuestras mentes 

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







martes, 15 de diciembre de 2020

La ficción de un “ Mundo Multimedia “.

¿De que sirve la paciencia?
si limitan nuestras vidas,
manipulan las conciencias,
sujetándolas con bridas.


Y al igual que a un animal, 
son herraduras y clavos,
el producto de este mal,
que nos convierte en esclavos.


Un miedo, que paraliza 
causándonos sufrimiento,
ni se ve, ni se analiza
y busca un enfrentamiento.


Son esos grandes temores,
que odiamos y nos señalan
los verdugos opresores,
que por la violencia escalan.


Viviendo varias mentiras
de una imagen virtual,
que empobrece nuestras miras,
hacia un planeta ideal.


Esclavos de multimedia,
no es realidad, es ficción,
que no  hay una enciclopedia 
que escape de esta visión.


Se ha destruido el decoro
y en esta vida indecente,
cautivos en jaulas de oro,
dominan ya, nuestra mente.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Adjetivos para una nocturna soledad.

La noche fue eterna. 
Cúmulos de imprecisas soledades,
donde los sueños deambulan errantes,
en busca de un luminoso amanecer.


La carne toda, se agolpaba 
como una necesidad de masticar realidades,
en medio de un mar de ausencias.
No quedan voces en el eco vacío,
cuando no se pronuncian palabras 
que deshagan las piedras de la inconsciencia.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







domingo, 13 de diciembre de 2020

Sólo te tienes a ti mismo.

¡Cuántos objetos se compran, para tapar
fracasos y desengaños!.
Para olvidar una pena, con una pequeña chispa de ilusión, tan fugaz, como efímera.


Porque nada es duradero, 
nada merece la pena, ni el esfuerzo 
de nuestra atención.
Somos pasajeros en un tiempo 
de vida breve y  no somos capaces 
de ser felices y hacer felices a los demás.


Somos incapaces de mantener el amor 
entre nuestras manos y hacer que esté
presente en nuestras vidas, evadiéndose
como agua que se escurre entre los dedos.


Llenamos la casa de objetos,
 para no sentirnos tan vacíos, 
ni tan decepcionados.
Para demostrarnos a nosotros mismos,
que al menos somos capaces 
de adquirir algo que los demás no tienen 
o no saben cómo conseguirlo.


Nos iremos como hemos venido, vacíos,
sin nada, desnudos de ropa y de amor.
Porque la vida es una recreación, 
colmada de mentiras ilusorias 
o globos que estallan con cada decepción.


Al final comprendes, que sólo te tienes 
a tí mismo y si eres consciente de ello...
¡Ya tienes algo, que muchos no tienen!.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




sábado, 12 de diciembre de 2020

Estado de plena consciencia.

Súbitamente, todo cobra sentido, 
descubres el propósito de tu vida y el porqué 
no lograste todas las metas, 
que tu imaginación sin límites,
 llegó a comprender, viendo que los límites 
no son reales, pero si nos condicionan,
en la medida en que creemos 
en su existencia.


Supimos entonces, que a medida 
que vamos dejando atrás el camino,
solamente queda seguir y averiguar 
hasta dónde somos capaces de llegar.


Todo tiempo pasado fué un sueño de ayer,
para despertar hoy y soñar con un mañana 
inexistente.
Entonces comprendes, que la magia 
está en ti, pero el conejo huyó de la chistera 
y debes de crear otro juego, para sobrevivir 
o intentarlo, al menos.


Llega un momento en que la única meta,
es conseguir llegar al punto de partida.
Nada es real, tan sólo aquello que pueda 
afectar a nuestras vidas, en cuestiones 
emocionales o en la cuantía de experiencias 
que conformen el estatus de una realidad,
en la que te mueves...con mayor o menor
dificultad.


Comprendemos entonces, que lo aprendido 
no sirve absolutamente de nada, tan sólo 
para emitir un juicio que sea válido 
en nuestras vidas, mientras éstas 
se mantienen pendientes de un hilo,
cuyo grosor dependerá 
de nuestra consciencia.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”




viernes, 11 de diciembre de 2020

Durante el deshielo.

Azul, lívido azul de alma triste, 
sobre los corazones en penuria,
fermentas como pan enmohecido,
con el gris en los adentros y en la frente...
la dorada diadema de la esperanza,
coronando las cejas ( acueducto de un mar,
cautivo en las pupilas ). 
Mar que se agita y deja la sal, 
en la lágrima solidificada, sobre los fatigados
párpados.


La nieve azulea la pureza de su blancura,
en la tristeza de un frío, que anhela 
el beso cálido, para derretirse 
como un cuerpo solo, ante la caricia 
que erice  su blanca piel y en su contacto...
pueda resurgir la vida, en verdes brotes
o álgidos rayos de luminosa presencia.


Crisol acaso, del ave nacida del fuego,
que a la tierra regresa en su mineral forma,
para convertirse en útero fecundo.
Ya no, azul frío, sino cielo que alberga 
la esfera naranja, radiante y bella.
Espejo que refleja todo nacimiento 
a la belleza y a la vida.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






El Amor debe fluir en sus vertientes.

Tú vives lo que  piensas, lo que sientes
cuando sabes, que al estar enamorado,
sólo un nombre, silabeas entre dientes,
el mismo que en tu alma se ha grabado.


También sabes, si has sufrido los desdenes,
que el amor habrá de ser correspondido, 
un “ Te quiero “ no es un juego entre vaivenes,
si obedece a  su impulso y su latido.


Pues se sufre, cuando das tu corazón,
esperando que el amor, colme tu vida
y por ello al truncarse una emoción ,
se produce en el desdén, su amarga herida.


Si has vivido en el Amor, si lo has sentido
y apostaste en el querer, el alma entera,
bien sabrás, si en  esa entrega, la has sufrido,
que tu alma se vacía y desespera.


Que el Amor debe fluir y ser constante 
y en su seno, hay dos vidas que se unen,
que nos queda mucha vida por delante,
si no fluye, nuestras vidas se consumen.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Recuerdos en una bolsa de canicas.

Desde mi infancia, algún recuerdo queda,
que guardo y que jamás tuve olvidado,
alguno tiene brillo de moneda,
tesoro en la memoria, rescatado.


Los que retornan, vuelven tan presentes,
que siento que fué un tiempo, no lejano,
hay cosas, que se agolpan en las mentes,
regresan y nos llevan de la mano.


Así, nuestra memoria, haciendo un guiño,
nos muestra la pureza de la infancia 
y vemos nuevamente en ese niño,
su tierna sencillez y su fragancia.


La madre nos peinaba cada día
un poco de colonia...y a la escuela,
pasamos ese tiempo y nos prendía 
un ansía de crecer, en duermevela.


Mirábamos pasar, algunas chicas,
imaginando bodas y futuros,
botando en nuestra bolsa de canicas,
con sueños y suspiros inseguros.


Recuerdo algunas veces mi niñez,
rodeada por un halo de tristeza 
golpeado por mi amarga timidez
en el centro del pecho y mi cabeza.


Allí en la pubertad, giré en pirueta
y de la magia, en la literatura,
brotó desde mi alma, este poeta
que canta su alegría y su amargura.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.








jueves, 10 de diciembre de 2020

La dureza del azogue simula la ternura del agua.

Cuando el ala del sombrero, oculta 
la luz a tus ojos, éste te protege y a la vez,
recorta la visión, haciendo que se limiten
los márgenes.


Los espejos blandos tienen más profundidad 
que los se muestran duros, pues en el fondo 
de sus abismos, se encierran los secretos 
de los espejismos del agua.



En cambio el azogue de los espejos duros,
es tan sólo una simulación de escamas,
que brillan en la superficie como un disfraz,
para aparentar la ternura del agua,
tras la frialdad de un metal, 
incapaz de producir una lágrima 
desde su estática pupila.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







miércoles, 9 de diciembre de 2020

Quien juega, acepta las reglas del Juego.

La duda se desnuda, ante la lumbre
de una cierta incertidumbre.
Ante una indecisión, la solución es la suerte
que llega hasta el punto, en que la muerte 
decide cómo ha de llevarte y poseerte.


La sangre caliente fluye hacia los torrentes 
de una libido, conceptual al uso 
e inconsciente. 
Los vómitos se engendran en el asco,
que produce la contemplación 
de la ebriedad, para disfrutar la próxima 
explosión de vísceras, que sin duda,
se enredarán en el cuello de los suicidas.


Un arma, un disparo y todo acaba...,
para proseguir en el temor, sobre la línea 
trazada, caminando sobre el fuego,
porque no tenemos más remedio 
que aceptar, cómo una ilógica solución,
cuando ya no quedan párpados, para ocultar 
el temor, bajo la sombra impredecible 
de las cejas, que sostienen unos ojos sorprendidos .


No es un juego, es la suerte que nos queda,
cuando se convierte en una carencia 
de valores, que se aboca a la destrucción 
de cada uno de los jugadores, que creen 
que la suerte es ajena a su propia voluntad.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.








martes, 8 de diciembre de 2020

Sintiendo el Arte.

La sorpresa no es tan sólo abrir la puerta,
es sin duda, el hallazgo inesperado,
o no dar una razón, por fiel o cierta,
una vez, que ese misterio es desvelado.


La belleza no es la obra que se muestra,
o ese gesto de unos ojos sorprendidos,
es hacer que la emoción, la hagamos nuestra 
es el ritmo que produce en los latidos.


Arte no es, sólo aquello que plasmamos
en un verso o esculpir los metales que se templan,
es más bien, el asombro que mostramos,
en los ojos, que extasiados, lo contemplan.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







lunes, 7 de diciembre de 2020

Cada paso que construye una historia.

Un rostro se refleja y se graba sobre la piedra.
Es el rostro de un narrador de historias,
que está presente en todos los libros.
No siempre muestra  la misma semblanza,
pero su voz es inequívoca.


Profunda, como a la caverna, donde nacen
los temores, y sin embargo su claridad,
emula un amanecer, que surge 
como sol radiante entre las nubes.


Cada frase es un remache que se asegura,
para afianzar con severidad de hierro,
aquello que se acaba de nombrar.
La palabra cobra fuerza y vida,  y de su ánima,
emerge la llama, que va quemando 
todo afán de incoherencia.


La fuerza crece y se eleva con la voz
que se pronuncia y define el brillo
del filo de una espada, que corta 
cada minuto que se sucede, para avanzar 
a cada paso y así, desde las cenizas
del anterior, construir la solidez necesaria,
para completar la estructura de dicha historia,
no sin el temor de desconocer 
el resultado final.


La vida narrada es un gorgoteo de burbujas,
dentro de un caldero, en el que se va 
cocinando cada desenlace imprevisto 
y a medida que se va elevando 
desde la superficie de su creación, 
evoluciona para  completar cada proceso 
de evolución, hasta que la historia 
se completa.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






domingo, 6 de diciembre de 2020

¿Porqué sonríen las calaveras?.

Las calaveras siempre muestran una sonrisa.
Sus caras descarnadas, carecen de gestos 
y liberadas de la prisión de la carne... sonríen.


Ya no hay apetitos que puedan condenar
su condición, ni siquiera por el pecado
de la concupiscencia.
Todo es alegría, no por el  acopio 
de vicios y necesidades, sino por la ausencia 
de éstos.


Nada les sujeta a la vida terrenal, no hay
a enfermedades, penas, ni desdichas.
No hay nada de qué arrepentirse, ni el deseo 
de justificar cada acción, ya que carecen 
de toda acción.
No hay, sino un calma de paz duradera
por todos los siglos, hasta que  su huesos,
blancos, puros e inmaculados, se mezclen 
con el polvo del tiempo, 
como hace la memoria, para proteger 
a los ancianos, de a los malos recuerdos.


Por eso, las calaveras sonríen.
¿Son felices?. Me temo que no están
en disposición de responder y llevarán
a sus tumbas su más preciado secreto.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





sábado, 5 de diciembre de 2020

¡Llorad! sin consuelo.

¡Llorad! Llorad la tierra despojada
y por el alimento arrebatado.
¡Llorad! Llorad, que habéis dejado 
vacía vuestra casa y desolada.


¡Llorad! Porque vendiste la inocencia 
también vuestro sudor, por pocos diezmos.
¡Llorad! Porque llegasteis al Averno,
por vuestra petulancia e indiferencia.


¡Llorad! Porque perdisteis la heredad,
pagada en sangre por vuestros ancestros,
vuestro delito es el de incesto,
habiendo traicionado a la hermandad.


¡Llorad! Pues entre el odio y egoísmo,
habréis de sepultar a vuestros hijos.
Alguien os lo anunció y así predijo,
que pronto caeríais al abismo.


¡Llorad! No fueron buenas las razones,
obviando, que el futuro, por seguro,
no os iba a resultar, tan fiero y duro,
contrario en otras opiniones.


¡Llorad! Que nada baja desde el cielo
que pueda remediar la situación,
si no tuvisteis antes corazón,
llorad eternamente en desconsuelo.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





La indómita Naturaleza.

Tierra y cielos en porfía,
por la furia que sustenta 
la violencia en la tormenta.
El viento llega arrasando 
los campos, que cultivando,
dejó el sudor, cada día 
 el sentido labrador,
poniendo todo su amor
y apostando en la esperanza,
en la labor de labranza.


Mas, hoy perdió su cosecha,
la naturaleza en fecha 
de un tiempo en fríos glaciares,
para colmo de pesares
alcanza la cumbre o cima
y con su furor, lastima.


Así  ocurre en la torpeza,
si al olvidar, por la mano,
creemos el ser humano,
vencer la Naturaleza.


Lejos de amparo y abrigo,
nos dejamos sorprender 
por su indómito poder,
para sufrir su castigo.


Si la armonía perdemos,
sin respeto a la Natura,
la vida será más dura
y así, lo lamentaremos.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




viernes, 4 de diciembre de 2020

Las escaleras necesarias.

Escaleras, necesitamos escaleras,
para subir un peldaño más, para evolucionar,
para ver desde otras perspectivas,
para hallar la luz, en un mundo de tinieblas .


No es necesario pisar los cráneos 
para ascender, cuando poseemos 
las herramientas necesarias,
en nuestras manos, en nuestras mentes 
y nuestros espíritus.


Tu eres quien pone las escaleras ,
y de ti dependerá el tamaño 
de los escalones.
Escaleras ascendentes en la consciencia, 
para anidar en las conciencias y alzarnos
desde las cenizas, por la magia del fuego 
de esa imperiosa necesidad de crecer,
de encontrar las respuestas que todos 
nos hacemos, en el intento de hallar 
una luz interior, que erróneamente 
pensamos encontrar en el exterior.


Buscamos entre la luz y la sombra,
la consistencia en las escalas,
que nos permitan evolucionar, hasta encontrar 
nuestro origen y así permitirnos conocer
nuestro destino.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







Besos y Abrazos Navideños... con carácter retroactivo.

Estas navidades, no pondré adornos,
ni regalos de grandes almacenes,
ni habrá un pavo guisado en nuestros hornos,
ni una triste fritura en las sartenes.


Ya no quiero más regalos, ni más cenas,
pues debemos celebrar todos los días,
abatir con nuestro impulso nuestras penas,
compartiendo todas nuestras alegrías.


Ya pondré esta Navidad, las emociones,
los momentos compartidos de amistad,
todo un año de vivir las sensaciones,
en el árbol de esta triste navidad.


Mi deseo es aunar las voluntades,
en encuentros que quedaron, aún pendientes,
la riqueza siempre está en las amistades,
la familia, los amigos, los parientes.


No por esta situación lamentaré
los abrazos que no os dí, pues los reservo 
y eso es algo que siempre lo mantendré,
porque dentro de mi alma los conservo.


En mi beso y mis abrazos, confirmáis 
que es sin duda mi razón y mi motivo,
no os importe, porque os quiero, si esperáis,
llegarán...mas con carácter retroactivo.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.