Hay una sensación de música o alegoría
del sonido, en el silencio respetuoso
que ha sellado sus labios, ante el rumor
de un viento acusador.
Un acorde perfecto a boca cerrada,
en el que el mártir se eleva
entre místicas armonías y un clamor
surge de las bocas calladas,
expresando su inquietud, entre esas notas
que apenas tienen sonido y sólo se intuyen
como los cimientos de una forma gramatical.
La lana de devana en un interminable río
y muestra el ámbito hostil predeterminado,
en defensa del enredo que produce
la confusión, al no comprender un problema
que condenamos, en vez de resolverlo,
cuando somos incapaces de saber
y conocer su origen, para encontrar
una solución real, justa y válida.
Escrito en Agosto 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.