me proyecto como un rayo de luz
hacia los demás, a pesar de las sombras
que se alargan como mi perdida mirada,
bajo el arco de mis cejas.
Me lo han quitado todo, menos el caudal
que fluye en mi mente, con el cual
intento construir edificios de palabras
y hechos, con la escasa solidez,
que aún queda en mis convicciones.
Quien hiere, ignora que la espina que esgrime, puede herir a quien la porta
en su mano.
Charcos en los suelos, me impiden
la celeridad del paso.
He de pisar con el cuidado de no mojar
mi calzado y busco el firme seco,
que me asegure la certeza de no volver
a caminar sobre suelo mojado.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luís Díaz Expósito."zuhaitz".
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