imagino desplomarse las murallas
de Jericó.
El viento sopla en el desierto
y cubre por completo la ciudad destruida.
Me asusta el parálisis que producen
los tronos a los soberanos
que los ocupan y su falta de piedad
y razonamiento ( No sé si por el peso
de sus coronas ).
Escucho de nuevo la voz aguda
de una trompeta y pienso que se caen
las costras de sus endurecidos oídos,
aunque sus corazones llevarán
más tiempo.
Mi mano quisiera ser sombra altiva,
que alcance la temeridad de los que
Imprudentemente gobiernan,
sin ética, ni escrúpulos.
Quiere mi voz, en versos, ser la trompeta
que derribe sus murallas, para que todos
puedan oír la verdad con la misma fuerza
que nace del espíritu.
Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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