conformaban mi mundo de fantasía.
Las estanterías llenas de libros
y mis recuerdos guardados en un cajón,
con figuritas de indios y vaqueros,
junto a una gran bolsa de canicas.
Los cromos de aquellas colecciones,
que nunca terminamos y los tebeos
( revistas infantiles de héroes )
para chicos y ( hadas, princesas y castillos, para las chicas, todas con
final feliz.
Todo se celebraba a pesar
de los tristes años y la dictadura.
Eran otros tiempos, otra conciencia,
sin tanta tecnología, pero con más corazón.
Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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