sándalo y frutas.
Un frescor a nuevo y un espejo
de nostalgias en el alma.
El ambiente se impregna
de una magia diferente y caes
en una ensoñación, que te lleva lejos,
a otras tierras.
Ecos de voces femeninas, emergen
de la Madre Tierra y se hace
el solsticio en mis ojos.
Los recuerdos golpean el corazón
y los latidos de entremezclan
con el sonido de la txalaparta.
La hierba crece a orillas de una gruta,
húmeda y cálida, sexualmente abierta
al caminante, que desea descubrir
sus secretos.
Musgo verde y púbico de una tierra
de grandes pechos, coronados de niebla.
Roca, tal vez, en el tiempo detenido
y somnoliento.
Hay magia y un regreso
a las antiguas voces, que claman
por salir del olvido .
Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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