rompiendo el silencio, sobre el arrecife
de mi boca, donde anidan las aves,
que desde mis sueños, transportan
tu imagen hasta mi memoria.
Navegué por los mares infinitos
de las mareas de la emoción, buscando
la profundidad del amor, más allá
de los abismos de la razón.
Quise amar hasta la locura, en un mundo
de cuerdos y ambiciones desmedidas.
Mis alas ardiendo me impidieron
seguir volando y desperté entre cenizas,
con la fiebre inusual de un desengaño.
Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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