se prepara a fuego lento
y será más suculento
si cocinas con primor.
Una pizca de ternura,
otra de dedicación,
poniendo toda intención
y añadiendo la dulzura.
Se añade complicidad,
que no falte en el aliño
grandes dosis de cariño
y un poco de excentricidad.
Veinte gramos de locura,
mucho diálogo fluido,
escuchar, poner oído
y hay que actuar con premura.
Que exige y así respondo,
haciendo lo qué es debido,
siendo fiel a mi latido
¡Qué no se agarre en el fondo!.
Que no se pierda un momento,
para que el amor que guiso,
cumpla bien mi compromiso
y nos sirva de alimento.
Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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