hacia la tierra y en esa tesitura, emulan
a los capelos que cubren las cabezas
de quienes dirigen y gobiernan las religiones.
En la sombra, se mueve una luz imprevista que, clarifica las conciencias y un acorde único
suena al unísono en todas las almas.
Acaso un diapasón, activa la compasión
y armoniza la empatía.
Hay una resonancia que hace vibrar
el misticismo y agrega unas hermosas notas
a la melodía de la vida.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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