las dudas y ese temor,
que se tiene ante el amor.
en un rictus de tristeza.
Y llenaré mi cabeza
como cerezos en flor,
del canto del ruiseñor,
con su singular belleza.
Amaré lo que compone
tu ser, en la gracia eterna
que tiene tu compostura.
Será un terreno que abone
con esa semilla tierna
que nace de tu hermosura.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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