al fuego primigenio,
que surge del ingenio,
cuando se le echa en falta.
Se abre en una espita
e inicia su caudal
en algo que es genial,
porque se necesita.
Escribo una misiva,
que luego voy leyendo
y me estoy convenciendo
de hacerlo con cursiva.
Me siento protector,
cuando se escribe un tema
y surge del poema
la firma del autor.
Quisiera destacar
que, la labor diaria
es siempre necesaria,
aún sin planificar.
Quien persevera alcanza
y aquel que persevera,
convierte en primavera
la flor de su esperanza.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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