de la honestidad que huele a hierba verde
y el cristal de una mirada.
Camino despacio entre sombras de terciopelo
y claridades de diáfanas estelas.
No guardo nada en los cajones vacíos
y reparto lo que soy, porque al final
no tengo nada.
Las cosas no son importantes, los hechos
hacen nuestro traje a medida y es lo que
mostramos al mundo.
Asumo la libertad de expresión, con el debido
respeto a quien guarda silencio, no por temor,
sino porque no tiene nada importante que decir.
Admito que, la contradicción es la causa
que resuelve las dudas y me gusta diluir
las penas en una taza de café sin azúcar,
para acostumbrar mi paladar a los tragos
amargos.
Me gustan las sonrisas de espuma que,
se mimetizan con los horizontes en cada
amanecer y tengo una fe que no es invidente,
porque llego a la conclusión de que adivino
lo que va a pasar, antes de que suceda.
No sé, tal vez soy así o me estoy descubriendo
nuevamente a mí mismo.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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