sábado, 30 de noviembre de 2024

Los ríos infinitos de la vida, fluyen en ti.

Se inflama el corazón con tu nobleza,
con ese buen hacer y simpatía,
consigues que amanezca un nuevo día 
y aleje de mi mente la tristeza.


Me alegras, cuando esbozas la sonrisa,
que porta un viento fresco entre tus labios 
y pienso que ahora soy destinatario,
llevando tus aromas con la brisa.


Transmites esa paz tan necesaria 
y en calma, me dedicas tu poema,
que guardas en tu alma, como un lema 
y fulge como grata luminaria.


Mi corazón se inflama, no lo niego 
y amando tu caudal, porque te amo,
en tu torrente fresco, me derramo 
y quiero que tú fluyas en mi riego.


Porque este corazón, que te está hablando,
te expresa una verdad que está sintiendo,
permíteme que, en ti siga fluyendo,
pues tienes lo que siempre voy buscando.


Los ríos infinitos de la vida,
se llenan con tu ser, y amantes crecen,
tan sólo los que, amando, se merecen 
una vida feliz y agradecida.

Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario