saber de tu pensamiento
que, es base de un sentimiento
de las sombras recobradas.
Es por esa claridad
que emite tu cristalino,
desde su caudal salino,
que puedo ver tu verdad.
Esta es la sal de la vida,
una lágrima sincera
que fluye como la cera,
en un instante perdida.
Recobrando esa pureza,
con ese mirar profundo,
que crea un fantástico mundo
con una inusual destreza.
Es mirar tu corazón
y el fondo de tu alma entera,
o dibujar una esfera,
orbitando en tu razón.
Hallar la correspondencia
entre tu alma y la mía
dulcificando este día,
tan sólo con tu presencia.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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