más se nota el resplandor de las estrellas.
Tal vez sean los ojos de aquellos que vivieron
entre nosotros y viajaron a otra dimensión,
a lo largo del universo.
No hubo muerte, sino un letargo vital, para
despertar a otra realidad.
Yo sé de vuestra presencia, venís conmigo
en la serenidad de cada noche
y en las estrellas veo un parpadeo rutilante.
En la tierra quedaron vuestros cuerpos,
mezclados en el polvo abismal de los tiempos
y sin embargo, el alma,
como polvo de estrellas, regresó al origen
de su notoria creación.
Más allá de toda comprensión, en la celeste
expansión de la conciencia, unida a otras
conciencias, en un racimo celestial que,
conforma la luz que brota en el corazón
de todo anhelo.
Miro hacia el cielo y contemplo vuestros ojos,
derramados en la piedad de la eternidad,
como polvo de estrellas.
Escrito en Noviembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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