lunes, 5 de mayo de 2014

Mentiras electorales

No queda sal en los mares,
tan sólo la lágrima inerte
que de los ojos se vierte,
ojos tristes a millares.

Es un terreno baldío
donde muere la esperanza
y el pueblo clama venganza
preso del asco y hastío.

Comiéndose el corazón,
que antes latió en ilusiones,
buscando nuevas razones
para vivir con tesón.

La mentira despiadada
gobierna en los corredores,
ministros y senadores
con una risa encontrada.

Y carentes de pudor
se muestran muy arrogantes,
con ese seco desplante
al cual sigue el deshonor.

El valor por verdadero
y en la virtud, meritorio
se quedó en un velatorio,
pues lo asesinó el dinero.

El dinero y el poder
que corrompe cuanto toca,
"aquí nadie se equivoca"
y saben lo que han de hacer.

Hablar, como hablan los loros,
con un discurso ensayado
y al pueblo lo han traicionado
deslumbrados por el oro.

La Mentira en sus cimientos
quiere dominar, cuanto antes
acabando en un instante
todo afán de pensamiento.

Escrito el Mayo de 2014 por

Eduardo Luis Diaz Expósito "Zuhaitz".







No hay comentarios:

Publicar un comentario