jueves, 30 de abril de 2015

Caricias de Nácar

Cuando beso tu cuerpo desnudo,
orlado de sombras,
mi boca se sacia de aromas y sabores
que en mi alma retengo.

Mi  cuerpo es cristal vibrante
al contacto con tu piel.
Yo caigo meciendo mi cabeza
entre tus caderas
y mis ojos se cierran
sintiéndote tan cerca, tan íntima,
tan mujer, tan rotunda.

Tú, paloma en fugaz vuelo
y yo, el viento que no pesa,
rodeando tu cuerpo,
alargando mis dedos
en caricias de nácar y espuma.

Me pierdo en tus curvas
y orbito, cual satélite errante
en tu entorno.
Recorro con mis labios
la orografía perfecta de tu figura.

Me lleno de ti, de cada palmo
de tu dulce piel,
me enerva tus aromas y tus sabores
y te deseo, como un animal en celo.

Luego miro tus ojos
y en la miel de tu mirada
se calma mi tempestad.

Escrito en Abril 2015 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"

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