No me pidas Amor Eterno,
pídeme todo el tiempo para amarte.
La eternidad es hoy y ahora,
es el tiempo que vivimos.
Los amantes no aman sus cuerpos,
expresan con sus cuerpos
todo el amor, que sus almas
sienten en conjunción.
Pídeme una noche
y hagámosla eterna
o el cielo que en nuestro interior sentimos,
cuando nuestra piel se aseda en las caricias
y el fruto de tu vientre
destila almíbar,
cuando las yemas de los dedos
buscan la dulzura,
que secretamente guardas.
Hoy no es Ayer
y quiero poder decir siempre:
Hoy te amo.
El Ayer fué sepultado
por la noche en el recuerdo
y el mañana es siempre
la espera de un incierto amanecer.
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