miércoles, 15 de diciembre de 2021

Ya…Nada importa.

La afonía del verbo en la palabra, se debe
a la apatía del ánimo sin futuro, ni destino.
El camino es arduo sobre las inertes piedras
y el corazón comienza a ralentizar
el ritmo  de sus latidos.


Se pierde hasta la desesperación, cuando  ya 
nada se espera y brota un cúmulo 
de inexactitudes, de las cuales ningún reloj 
tiene conocimiento.
La entrega es total, al vacío de todo 
cuanto soñamos y no logramos conseguir.


En cada amanecer, las gotas de rocío 
agonizan bajo un sol inclemente, pero  ya…
Nada importa.

Escrito en Diciembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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