Beso tus labios desnudos con levedad de brisa
y bebo de tus ojos, la mirada más pura,
mientras abrazo tu cuerpo esbelto,
espiga resuelta que culmina
en cabellos de encrespadas olas,
rozando mi rostro de ingenua playa,
al asombro del océano de misterio,
que retienen tus ojos en su mirada.
Amiga mía, amante del amor
y la esclerótica amarilla de una luna inmensa,
en noches de verano.
Tu bebes la vida, rozando con tus labios
la miel de un momento,
con el azúcar compartido
en una taza de café, en la tarde.
Eres un libro abierto, donde las horas
escriben sus sensaciones y todas las vivencias
que quedaron en el desván de las emociones.
Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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