Me llueven recuerdos como estaño desprendido
en una mala soldadura.
Retazos en la memoria girando en tiovivo,
pasando una imagen tras de otra.
Deshilachadas, perdidas y capturadas
en un suspiro que salió
del profundo letargo.
Un paso atrás, intentando coger
ese tren que partió lleno de añoranzas.
Queriendo recobrar la lluvia
y protegernos a la vez bajo el paraguas.
Recojo una imagen y se va de nuevo,
huyendo al calor,
mientras el párpado se cierra
e intenta atraparlo sin conseguirlo.
Cada suspiro exhalado aventa los recuerdos,
como cenizas de la memoria,
que el viento arrastra.
El ánimo se torna gris
y apenas vemos el horizonte tras las nubes,
con los cristales empañados.
Escrito en Diciembre de 2014 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"
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