el labio trémulo vibra
y la palabra equilibra
lo que se quiere narrar.
En tu largo caminar,
a través de una ensenada
lo que queda atrás, no es nada
que te deba preocupar.
Se abre un horizonte nuevo,
en todo lo que acontece,
pues cada día amanece,
rompe su cáscara el huevo
y el sol sale y te saluda.
Por si cabe alguna duda,
ha de comenzar el día
y entre sombras, se porfía
ese nuevo resplandor,
que brota, cuando hay amor
y te aferras a la vida
con tus uñas y tus dientes,
caminando entre las gentes,
que dudan, si habrá un mañana,
pero tú, en hora temprana,
comienzas con tu andadura,
trazando la arquitectura
de un futuro en el presente,
dejando atrás a la gente
que te ha negado su apoyo,
sin saber salir del hoyo.
El rico se come el bollo
y el pobre piensa en comer,
cada nuevo amanecer,
que llega a su desarrollo,
hasta ver su sepultura.
Así es la vida traidora,
sin retraso, ni demora,
porque esta vida es muy dura.
Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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