sobre las angostas calles.
La lluvia incesante, impedía ver la belleza
de los tejados, huyendo de la rutina, hacia
un cielo cubierto de negros presagios,
en la densidad de las nubes.
Se buscaba la claridad en el ojo de la tormenta
y al elevar los ojos, un rayo de sol dibujaba
un arco de color entre el cielo y la tierra.
Lo venablos de agua, se partían al estrellarse
sobre el pavimento y un repiqueteo
de cascabeles, anunciaba el exasperante
destello de un rayo, cayendo sobre las copas
de los árboles.
La nostalgia visitó las habitaciones vacías
de mis pensamientos y el destino abrió
las puertas hacia un incierto futuro, visto
desde la predicción de un presente insondable.
Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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