Evadir la solución,
por tener la presunción
de que bastará un remiendo.
Si a medias dejas las cosas,
no acabas por resolver,
eso que tratas de ver
en situaciones jocosas.
Y ante la incomodidad
de un problema “No resuelto”
una vez que está revuelto,
suma inestabilidad.
Un remiendo sobrehilado,
queda al final, descosido,
te lleva un tiempo perdido
y queda mal remendado.
En toda buena labor,
un remiendo no es seguro
y no resuelve un apuro,
pues nos deja un mal sabor.
Debemos considerar,
que lo que está bien, nos place,
perdura y no se deshace
y no hay nada que arreglar.
Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
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