viernes, 10 de enero de 2025

No basta con un remiendo.

Hay algo que nunca entiendo:
Evadir la solución,
por tener la presunción 
de que bastará un remiendo.


Si a medias dejas las cosas,
no acabas por resolver,
eso que tratas de ver 
en situaciones jocosas.


Y ante la incomodidad 
de un problema “No resuelto”
una vez que está revuelto,
suma inestabilidad.


Un remiendo sobrehilado,
queda al final, descosido,
te lleva un tiempo perdido 
y queda mal remendado.


En toda buena labor,
un remiendo no es seguro
y no resuelve un apuro,
pues nos deja un mal sabor.


Debemos considerar,
que lo que está bien, nos place,
perdura y no se deshace
y no hay nada que arreglar.

Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

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