un desdén en el desprecio,
para segar en el vuelo,
mis alas, que tanto aprecio.
Al final, has conseguido
que, como animal en celo,
emita un terrible aullido,
que lo disperso en el cielo.
Como lobo solitario,
me alejo de la manada
y en mi devenir diario,
me voy quedando sin nada.
La profunda soledad,
hace mella en mi conciencia,
ya voy teniendo una edad,
que desgasta mi paciencia.
La vida es una sorpresa
en continuo movimiento,
de la cual me siento presa
y avanza en cada momento.
Todo es voluble y se mueve,
aunque haga frío o calor
y yo espero, mientras llueve,
la llegada del amor.
Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz “.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario