viernes, 3 de enero de 2025

Tú me enseñaste a vivir.

Tu huella muestra desnuda,
el contacto que, en el suelo,
dejas al bajar del cielo,
decididamente aguda.


Y asedas con paso firme,
un camino que has hollado,
porque por fin, has logrado 
detenerme antes de irme.


Y me lo voy a pensar,
pues no soporto la ausencia,
cuando tu grata presencia,
me hace sentir y soñar.


Buscaba la lejanía,
perderme en mi soledad
y he de decir, en verdad,
que me alegras cada día,


Asomas por una esquina,
haciendo tus travesuras,
como flor entre espesuras,
para romper mi rutina.


Ya no te puedo ignorar,
sin ti, mi vida no es vida
y aunque ignoro mi medida,
te he comenzado a amar.


Te reconozco por bella
y como soplo de brisa,
me llenas con tu sonrisa,
camino sobre tu huella.


Huella, que quiero seguir 
paso a paso a tu medida,
porque tú me das la vida,
enseñándome a vivir.

Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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