Es espuma de sueños inconcretos,
la cúspide que reina en los abetos,
su estrella rutilante, siempre luce.
Sonrisa hacia abra abierta,
de un mar sereno, y la sal
de la gracia prematura,
que lleva con la premura
de su grácil caminar.
Cuando la ves caminar,
el ritmo en sus caderas,
lleva en su movimiento,
la suave caricia del viento,
danzando en la primavera.
Flor de fresca lozanía,
voz que, naciendo de un beso,
produce un total embeleso,
a quien conoce y admira
su pausado caminar.
Ella es la vocación,
que, en el amor, manifiesta
el beso en su breve ingesta,
porque la miel de su boca,
endulza y no empalaga,
para que así, se deshaga
un verso, que no equivoca,
porque en su alegre dicción,
se me va la vida entera
y se ama, aunque no se quiera,
se quiere amar, pues se puede
amar, porque no se hiere
ni su candor, ni su ciencia,
ni el verbo de su verdad,
ni el fruto de su bondad,
pues en ella se conjugan
la bondad y la belleza,
como una firme promesa
de hallar la felicidad.
Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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