sábado, 13 de diciembre de 2025

Sólo estamos de paso.

Lo que algún día ha brillado,
en un tiempo detenido,
permanece en el olvido,
tal vez, sucio y oxidado.


Hay temas que, en las demoras,
van llegando mientras creces,
cosas, de las que adoleces
con el paso de las horas.


Otras, se quedan ajadas,
careciendo de importancia,
perdieron su relevancia,
tienen las horas contadas.


Sobre ese tiempo, te evades,
vas formando tu criterio,
te tomas la vida en serio 
y haces nuevas amistades.


Amigos de la niñez 
vas perdiendo y ahora sientes 
que tienes nuevas simientes,
brotando en tu madurez.


Se hará corta tu andadura
y aunque tardará en llegar,
sólo tienes que esperar
en esta gran aventura.


Llegas a una edad madura,
en la cual, se va perdiendo 
lo que fuiste consiguiendo 
y ves que nada perdura.


La gente se va muriendo,
( familia, amigos sinceros)
que son meros pasajeros 
e irán desapareciendo.


En soledad vas quedando,
llegando a la conclusión,
que al morir toda ilusión,
tú también te irás marchando.


El éxito y el fracaso,
quedarán en el olvido,
sobre ese tiempo perdido,
pues sólo estamos de paso.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




jueves, 11 de diciembre de 2025

En su letargo invernal.

La fragua queda apagada 
bajo una capa de hielo,
el frío es el desconsuelo 
en la noche constelada.


Llega un invierno glacial 
y el sol queda entre la bruma,
oculto en su blanca espuma,
en un abrazo letal.


Los fantasmas del silencio,
murmuran en un intento 
de competir con el viento,
ante un temor que presencio.


Todo queda detenido,
la flor pierde temerosa,
todo el carmín, que la rosa
lleva en su fuego encendido.


Se detiene hasta el latido 
de un corazón que, pulsante,
iba un paso por delante,
pues era su cometido.


La vida queda durmiendo 
en un letargo invernal,
como una dulce vestal,
mientras está sucediendo,
que el sueño, la paraliza
en un estado yacente.


La primavera inminente,
acudirá si agoniza 
y en su despertar sereno,
la vida vuelve a brillar 
y olvida su malestar
con un sol radiante y pleno.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




miércoles, 10 de diciembre de 2025

Lo bien aprendido.

No todo el conocimiento 
se aprenderá en una escuela,
ante todo, el tiempo vuela 
y deja su sedimento.


La base está en el saber
dónde buscar todo aquello,
que aunque no resulte bello,
se debe de conocer.


Teniendo en cuenta el acierto 
y también la negación 
que, con la equivocación,
se ha de llegar a buen puerto.


Porque nada se deshecha 
y todo hace un servicio,
que muestra su beneficio 
en nuestra mano derecha.


Porque es la mano que rige
el fondo del pensamiento 
y evita un desprendimiento,
cuando la razón dirige.


Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



Los amargos recuerdos.

Los recuerdos siempre llegan
igual que la lluvia en gotas
y cuando vienen, los notas,
porque ya, no se despegan.


Es una tristeza extraña 
con cierta melancolía,
un poso que, cada día,
dentro del alma se empaña.


No es un grito, ni un lamento,
hay un vacío insondable,
que mantiene perdurable 
este extraño sentimiento.


Un año se ha terminado,
con él, cada ser querido, 
que ha dejado su latido,
en mi corazón ajado.


Sé muy bien, que así es la vida;
si tenemos que partir,
termina nuestro vivir
y amarga es la despedida.


No encuentro otra explicación,
para esta agridulce escena,
que no es tristeza, ni pena,
es la nueva sensación,
que queda, tras de una ausencia
y deja en nuestra conciencia,
tintes de desolación.


Una nueva dimensión,
que asimilar en la vida,
sintiendo en el corazón,
que al igual, que todo crece,
luego al fin, desaparece,
dejando una nueva herida.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





lunes, 8 de diciembre de 2025

Sin miedo, pero con precaución.

Si no hay miedo,
no hay fronteras.
Desde la imaginación 
se completa una misión,
al saber: Si quiero…puedo 
y se rompen las barreras.


El miedo es convencimiento,
que a la razón, la somete,
porque no se compromete,
le falta el atrevimiento 
de arrojarse hacia el vacío,
y así poder conseguir 
un aliciente, al vivir 
venciendo ese desafío.


Porque la vida es un lío,
que se convierte en enredo,
si uno piensa: “Yo no puedo”
mermando su poderío.


La cuestión, es conocer 
que nuestra capacidad,
pone a prueba, en realidad 
nuestro camino al poder,


Que ese poder se dirige 
a una fuerte reflexión,
que debe ser la razón,
porque la razón lo exige.


Pues una cosa es mandar
y causar un desatino,
que se aparta del camino 
que queremos transitar.


Y otra, saber dirigir 
con justicia y con paciencia,
llevando a nuestra conciencia,
lo que se ha de conseguir.


Pues se debe corregir 
la ruta, si se desvía,
se está a tiempo todavía
y hay un tiempo que vivir.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







domingo, 7 de diciembre de 2025

Vamos haciendo camino.

Siempre quedará un camino 
que se pueda recorrer,
cada nuevo amanecer 
que se abra en nuestro destino.


Compañeros, la aventura 
la encontramos paso a paso,
la idea ( y este es el caso)
es caminar con premura.


La vida cobra sentido,
cuando se trata de abrir,
un sendero que cubrir
en un nuevo recorrido.


Nuestro camino es la acción 
basada en el movimiento,
desde nuestro nacimiento,
al poner nuestra intención,
sintiendo en cada emoción 
un nuevo descubrimiento.


Porque lo nuestro es vivir 
la aventura en el sendero,
para recibir primero,
el gozo de descubrir 
que, entre la gloria y la pena,
hemos roto la cadena 
de nuestra amarga rutina,
pues es feliz, quien camina 
sin volver la vista atrás.


Nuestra vida es caminar 
abriendo nuevas veredas,
siempre que quieras y puedas 
ser feliz, por donde vas.


Compañeros, el destino 
nos reclama la atención 
de vivir en la ilusión 
de seguir nuestro camino.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Dedicado a Julián Mariano Gómez Casas.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



viernes, 5 de diciembre de 2025

¡Hagamos sitio a las cosas realmente buenas!

No queda sitio ( parece)
para un poco de ternura,
porque la vida es muy dura 
y todo se desvanece.


No queda sitio tampoco,
para hallar la libertad,
que busca su realidad
en la mente de algún loco.


No ocupará tanto espacio,
si al guardar la compostura,
da de sí, por esa anchura,
que se va abriendo despacio.


Que al final, no hay gravedad,
que no pueda remediarse,
lo normal es implicarse 
en busca de la igualdad.


No somos tan diferentes,
ni somos tan especiales,
si todos, los mismos males,
sentimos por imprudentes.


A todos, la misma esfera,
nos contiene en la esperanza,
rodando en la misma danza,
durante un compás de espera.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Galerna en alta mar.

La quilla de mi barca, besa un mar impoluto.
Su vientre de madera, roza y se sumerge 
ligeramente, en un beso que se desliza,
como queriendo huir del compromiso 
de amar la quietud de sus aguas.


Sobre la cubierta, se preparan las redes,
para robarle al mar, la vida que se oculta 
en sus profundidades.
Un cielo gris de tormenta, lo tiñe de tristeza 
y el mar se agita en feroces convulsiones.


Vivimos con angustia el enojo que el viento 
narra y sobre su cuerpo se rizan las olas,
como furiosas lenguas que pronuncian 
rumores de muerte, con una gravedad latente,
que emerge desde su alma, ennegrecida 
por el dolor.


La suavidad calmada de sus aguas, se rompe 
con furiosos estallidos, sobre las duras rocas
de los arrecifes y las naves naufragan,
para quedar sepultadas bajo una gran masa
de agua salada.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


miércoles, 3 de diciembre de 2025

El sol, amante infiel.

El sol le ofrece a la aurora
anillos para desposarse,
la aurora no quiere entregarse,
o al menos, no lo quiere ahora.


Dorados anillos que, al cielo 
los lanza por el compromiso 
de quien los desea y los quiso,
tal vez, porque ese es su anhelo.


La luna, celosa se esconde,
con una sutil amargura,
la noche, en su triste negrura,
se calla y no la responde,
pues sabe, y lo siente en la piel,
que el sol, no es amante fiable,
lo cual, nunca fue aconsejable
que tu amante sea infiel.


Engaña su falsa promesa,
tan sólo un instante la besa
y vuelve a desaparecer.
La luna, en la noche agoniza,
dejando un rastro de ceniza,
que llega hasta el amanecer.

Escrito en Diciembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.