viernes, 19 de abril de 2024

La muerte goza de buena salud.

Me muero lentamente y no me importa,
ya sé lo que hallaré tras de su puerta,
la vida ha perecido, ya está muerta 
debido a esa gran carga que soporta.


Sí la vida está muerta, es su destierro,
la muerte ( Siempre viva ) no parece
odiar la vida enferma, que perece 
y nadie observará su triste entierro.


La vida ha perecido y no es la muerte 
la causa de su mal y su infortunio,
la noche la ocultó en su plenilunio 
y se puede decir que es mala suerte.


La vida siempre anduvo moribunda,
la muerte se ha mostrado saludable,
haciendo que resulte soportable,
borrando tanto mal, que en vida abunda.


La vida se deshace de su lazo 
y deja que la muerte la fecunde,
tendremos otra vida, en la que abunde
el cálido fervor de nuestro abrazo.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

Los signos de puntuación de una vida.

La juventud permanece erguida,
como un signo de admiración, ante la vida
que recién se estrena.
La sorpresa, el descubrimiento novedoso 
y todas las sensaciones que provocan 
una respuesta emocional.


La madurez lleva tilde, sombrero acaso,
que protege nuestros pensamientos 
más elevados o las intenciones más nobles.
Los proyectos que soñamos realizar 
en un futuro próximo, entran en ebullición 
en el momento presente.


La vejez llega al fin y se muestra 
como una interrogación.
Cuerpo curvado por el peso de los años,
preguntas sin respuestas fáciles,
 que intentamos resolver y cuando crees
que sabes su desenlace, irremediablemente 
comienzas a olvidar.


Los recuerdos huyeron al exilio desde 
la lucidez de la razón a la demencia senil.
En la memoria (desgastada por el uso),
nos vamos quedando sin signos de puntuación.
En nuestro camino se perdieron “las comas”,
“los puntos suspensivos” y hasta a algunos 
diptongos les faltan “las diéresis”.


Habremos tenido una vida feliz o no tanto,
pero al menos, esta última frase debe estar
entre comillas “.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






jueves, 18 de abril de 2024

Entre vaivenes.

Vaivenes, olas que van y vienen.
Alguna desembocadura hacia la mar
o al abismo, donde precipitarse entre rocas
o escollos montañosos.


Sintonías de vida, en una alegórica imagen 
que fluctúa, se esconde y emerge nuevamente.
Pensamientos que huyen entre las palabras 
no pronunciadas.
La obra no se ha completado, 
falta esa decisión unánime de construir 
con las palabras, los sólidos cimientos 
en los cuales, los hechos han de dejar 
constancia de su paso.


Hay vaivenes, indecisiones que la voluntad 
trata de evitar y sin embargo, la firmeza se
impone sobre su esqueleto y se deshace 
en polvo sobre la tierra que no fue cultivada 
y en los actos que nunca llegaron a ver
la luz de una sabiduría creadora.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No puedo cerrar mis párpados ( Lagoftalmos )

El insomnio adherido a la piel y los párpados 
abiertos herméticamente.
Un suspiro helado en el calor de la noche
y una lágrima para regar los frutos de todas 
las insatisfacciones.


Los dientes apretados y los puños combatiendo con una indefensa almohada.
No hubo razón para un desapego tan brutal,
o tal vez si.
Nadie sabe de la razón, porque huyó despavorida a lomos de la locura.
Al galopar, las bridas duelen en los premolares 
de los caballos que surcan el viento.


Los ojos ascienden como una plegaria,
incendiada en el pórtico de la iglesia 
y los ateos blasfeman, eructando el odio
hacia los barracones de uralita, 
donde los emigrantes malviven de migajas 
de pan e indiferencia.


Hoy es el día perfecto para no pensar 
o pensar, que de nada sirve un pensamiento 
estéril, cuando hace tiempo ya, se paralizaron 
todas las obras.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





miércoles, 17 de abril de 2024

Cuando todo duerma en la noche de los tiempos.

Cuando todo se duerma en la noche 
de los tiempos y el sopor sea una bendición 
en la calma, no habrán cabos que sujeten 
la voluntad de volar y la libertad pasará
a ser una frase innecesaria de aplicar.


El verbo dejará de ser una conjugación más
y el espíritu desplegará sus alas sobre
un cielo que se derrame en dulcificados 
momentos.


Cuando todo lo creado, no necesite 
más manifestación que ser y estar,
permaneceremos en la consciencia cósmica
que todo lo equilibra, sin gobierno ni jerarquías.


El aire ha de ser el vehículo 
de los pensamientos más sublimes y la razón 
no necesitará ser una imposición, ya que 
se hallará en el lugar preciso.


En las yemas de los dedos, florecerán
caricias tenues de suave tul, con turgencias 
de puro algodón.


Cuando todo se duerma en la noche de los tiempos, no quedará espacio para recordar,
ni guardar en nuestras memorias.
El presente será la unicidad de lo eterno 
y lo eterno será la manifestación plena 
de toda la Creación.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito,”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




El sueño de una abeja.

Observa el vuelo de una abeja, alrededor 
de una flor desvalida. Libará su néctar,
pero no su vida.
Sabe que cada hoja queda suspendida 
desde el peciolo, humanamente dependiente.


Pezón, donde se sustenta su efímera existencia, donde la belleza es capaz de atraer 
al insecto, para su expansión de vida.
Pregúntate: ¿Quién eres? ¿Abeja, flor,
esbozo de humano? ¿Depredador o presa,
en este cruel ritmo, que nos agita entre la vida
y la muerte?.


Las vírgenes de hielo se deshacen 
después de parir una emoción de agua
incontenible y jamás vuelven a sonreír,
bajo la carpa celeste, donde los payasos mueren por inanición o falta de oficio.


La tristeza ha perdido su envoltorio de fingida 
melancolía y su acidez se transmite en el aire
que respiramos.
Siento la angustia de vivir, 
como un terrible mal, que pocos conocen 
y muchos ignoran.


Las cuentas de vidrio ruedan por un angosto 
pasillo y las horas se duermen, perdiendo 
cada segundo en el olvido, cuando ya 
nada importa y lo que importa, hace tiempo 
que salió fuera de escena, para buscar
un motivo más denso y palpable.


Nada puede impedir, que se resbale hacia 
el abismo y las edades, 
sólo son eventualidades,
 que caen irremediablemente, como hojas 
de un almanaque obsoleto.

La abeja sueña con la eternidad de la belleza 
de una flor, pero el insecto y la flor 
son víctimas de un tiempo inexorable.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Lenguaje Corporal.

En un ademán, un gesto 
se dice lo que pensamos
y aunque apenas lo notamos,
a mí me sirve con esto.


El lenguaje no hablado,
se basa en esa expresión 
que nace del corazón 
y en el rostro es reflejado.


Sin palabras, comunica 
el estado de tu mente 
de una forma diferente 
y es el gesto el que predica
el ánimo que se siente,
caminando entre la gente 
que no comprende y critica.


Cada gesto es una historia 
que dice calladamente 
lo que guardas en tu mente 
muy dentro de tu memoria.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



martes, 16 de abril de 2024

El misterio de la vida.

El silencio murmura en voz baja, 
sobre el diálogo de cristal de las gotas 
de lluvia.
Las hojas se muestran como labios 
que beben el rocío y en ellas queda 
el rastro brillante del paso de un caracol,
que se entretiene con su clorofilado sabor.


La lana produce escozor sobre la piel 
recién descubierta en el aljibe bajo 
una pastilla de jabón, mostrando una pureza
de muda conformidad en una aurora
de blondos cabellos solares.


Tal vez sea el río, quien primero delate
los juveniles encuentros de las aves
o ese apasionado celo, que se siente vibrar
en el aire, cuando el viento traslada 
una dulce queja o el combate de dos machos,
en pugna por aparearse con una hembra.


No hay misterio más grande que la vida,
exultante y primitiva.
Ácida y dulce a la vez, simulando un apóstrofe 
con que vestir una existencia, con apariencia 
de alga perenne, flotando en un cúmulo 
de insatisfacciones.


La harina queda entre los dedos que amasan 
toda la experiencia de lo cotidiano.
Pan que apenas alcanza a saciar 
nuestra hambre, mientras el conocimiento 
se retuerce en la forja de nuestros deseos 
y no nos queda la temperatura suficiente,
ni el fervor, para terminar de templar
nuestro carácter, a golpe de vida y martillo,
aliviando el óxido y las limaduras 
que se adhieren en nuestras existencias.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



Belleza y Lucidez.

Un tiempo de lucidez,
conduce a una decisión
y aprovecha la ocasión 
al vencer la estupidez.


Un relámpago furtivo 
da luz a tu percepción,
se acompasa en la intención,
cuando se encuentra un motivo.


No sé sí es inspiración 
o simplemente se observa,
sin pudor y sin reserva 
toda su gran extensión.


Porque hasta lo más pequeño,
aflora por su belleza 
y te llena la cabeza 
por su forma y su diseño.


En tu visión natural 
la belleza se ha mostrado
y al verla se ha disfrutado 
en su forma original.


La lucidez manifiesta 
la visión más clara y pura
y en tu mente se asegura 
tu gozo, como una fiesta.



La belleza te ha llenado 
fielmente, sí la has sentido 
en su imagen o un sonido,
al haberla degustado.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



La Maldad.

La maldad no es ignorar toda verdad,
la maldad es trabajar por ignorarla,
cuando sabes que tal vez puedas llevarla
a formarse dentro de tu realidad.

La maldad sabe de sobra quien es quien,
porque siempre hay falsedad en el criterio 
y nos llenan al completo un cementerio,
aún sabiendo que no han hecho nada bien.


La maldad es esa lacra que se impera 
y que trae todo el furor del mismo infierno,
por los “castos” que conforman el gobierno,
mientras todo un pueblo lucha y desespera.


La maldad les motiva y les divierte,
ignorando que sin duda es un proceso,
alcanzando en su destino ese progreso 
que lo selle al final la misma muerte.


La justicia en la muerte  siempre alcanza,
y por  ciega, ya jamás te discrimina,
así pues, nuestra vida se termina 
con un giro que vistió su última danza.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



lunes, 15 de abril de 2024

Girando un segundo la vista hacia atrás.

La indiferencia camina con tacones altos,
sobre una escalera de caracol y al llegar arriba,
sólo queda ir descendiendo hasta encontrar 
el origen de cada pregunta efectuada.


Entonces contemplamos las alpargatas viejas 
y los lamentos de nuestra madre, cuando 
un puñado de arroz o unas tristes patatas 
eran nuestro único sustento.


El orgullo devora la prepotencia 
y en un duro ejercicio de humildad,
se reconoce la infancia de cada niño o niña,
con los mocos colgando y las manos 
temblorosas y vacías, sin una justa respuesta 
ante la imperiosa necesidad de salir 
de las sombras de la miseria, para hallar 
la luz necesaria que ilumine nuevamente 
nuestros rostros.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Los frutos de la experiencia.

A veces nuestra frágil voz,
simula el eco del llanto,
cuando un lastimero canto
relata un momento atroz.


La voz transmite al momento,
todo el sentir de una vida
y su fuerza es la medida 
de su sólido cimiento.


Transmite nuestra verdad 
guardada en el pensamiento 
y todo ese sentimiento 
que agita la realidad 
de conocer y saber
cual ha de ser el camino 
que marque nuestro destino,
que decidimos ayer.


Porque sí existe un mañana,
es obvio que se nos pida
que la voluntad decida  
toda la experiencia humana.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



domingo, 14 de abril de 2024

¡Atrévete a soñar!

¡Atrévete a soñar!
No ceses en tu empeño,
pues sólo eres el dueño 
de lo que vas a crear.


Puedes imaginar 
desde tu fantasía,
ese radiante día 
que esperas disfrutar
y toda la alegría,
que vivas en tu mente
de forma inteligente 
y puedas soportar.


¡Atrévete a soñar!
La vida es sólo un sueño
y el mundo es muy pequeño,
comienza a caminar.


Estrecho es el sendero
en esta realidad,
tienes la potestad 
de imaginar primero
y de hallar el acierto 
del sueño que imaginas
y acaso lo germinas
sobre un futuro incierto.


Soñar es el motivo,
que nace de tu aliento 
sí vives el momento,
buscando un incentivo.


¡Atrévete a soñar!
Goza esa libertad 
en otra realidad
¡No quieras despertar!.

Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.









El poder de la luz de una sonrisa.

Extenuados los miembros, silenciada la voz.
Tan sólo el ánimo pletórico, emerge 
desde el fondo del alma, como una promesa 
de reencarnación en el espíritu.


Nómada del espacio en el aliento 
y emisario de estruendo, que el silencio 
dedica a los ojos y al cerrarse,
abren de par en par los postigos 
de una ilusión, que lleva sus mejores galas,
vistiéndose con la luz de una espléndida 
y aclamada sonrisa.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






sábado, 13 de abril de 2024

La muerte ficticia de una estrella.

Una llama extinguida, el humo que se extiende 
sobre la estancia vacía.
La selva insensible, que sobre el asfalto, calladamente 
guarda un secreto de algas y líquenes,
que se graban en el cuerpo indefenso 
y expectante del árbol de los siglos.


Una edad sorprendida, solloza 
sobre una inconsciencia  no asumida,
no deliberada o libre, ante la vorágine 
de sucesos imprevistos e impredecibles,
pero sabiamente intuídos sobre el corazón 
de toda perspectiva imaginada.


En la noche aúlla de tristeza, un día
que muere ante una adversidad,
no asumida y con escasa fe, al contemplar 
la agonía de una estrella, 
ante un rotundo amanecer.

Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Distintos caudales de vida.

Procura que cada día 
llegues siempre a disfrutar 
de lo que puedas hallar,
que te cause una alegría.


La vida tiene versiones 
en sus distintos reflejos,
pero admíteme un consejo:
con ello, no te obsesiones.


Se produce un sentimiento 
entre lo dulce y lo amargo,
pero el tiempo, sin embargo 
es disfrutar el momento.


Todo persigue un motivo,
sí sientes un gran dolor,
también sientes el amor 
y eso te mantiene vivo.


La alegría y la tristeza 
tienen distinto caudal,
a veces te encuentras mal 
y da vueltas tu cabeza.


Y otras, la dicha te llega 
llenándote por entero,
no se trata del dinero,
es tu destino el que juega.


Pues sabes, que en realidad 
la salud es lo primero, 
efímero es el dinero 
para hallar felicidad.


La carencia o plenitudes
deciden en ese estado 
el saber si has disfrutado 
de la vida y su virtudes.


La vida es celebración,
cuando vives tu momento,
la dicha o el sufrimiento,
dependen de la ocasión.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.