sábado, 2 de julio de 2011

Los Sueños no tienen dueño

¿Para qué hablar del sueño,
si no soy su dueño?.
él me arrebata los días
y la negra oscuridad
la transforma en fantasía.

En un mar de ensoñaciones,
las profundas emociones
que se apagan y se olvidan,
cobran vida.

Su dimensión portentosa
es la forma veleidosa.
¡Cuán largas o diminutas
mis pisadas en tus rutas!.
Mas no concluyo el andar,
me lo impide un despertar.

Tal vez es tu genio ocioso
quien gusta el divertimento.
En azares caprichosos,
se filtra en el pensamiento
e inquieto en sombras de dudas
hasta el sueño más profundo
troca en realidad, y muda.

Y rompe el embeleso
de un sueño que tuve preso.
La primera claridad
hiere mis ojos dormidos
y no quieren despertar.

Queda la imagen postrera
del sueño,que aún duradera,
como sombra vagabunda,
se deshace moribunda
perdiéndose en lejanías
con el despuntar del día.

Mas, del sueño ¿Porqué hablar?.
Es un largo caminar
que decides con empeño,
puedes morar en su reino,
mas, nunca has de ser su dueño.

Escrito por Zuhaitz en 1984

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016

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