De quererte me duele el pecho,
yo lo sé, porque no dolía antes,
tu amor se fué clavando por instantes,
dejando el corazón roto y maltrecho.
Me duele y no me quejo, por derecho
mortal, sintiendo contracciones,
que acaso ya no quepan emociones,
hendido en tanto amor, tan blando lecho.
Me duele de quererte y aún prosigo,
queriendo con más fé y con más gana,
te quiero con el sol, cada mañana,
porque eres tú la sombra que persigo.
Escrito en 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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