jueves, 17 de noviembre de 2022

Nunca he perdido mis besos.

No puedo quejarme de tus besos 
sólo existe una razón, tal vez por eso,
mi corazón no se pierde en tus latidos.



Jamás los he dado por perdidos,
en tu boca se quedaron extasiados,
pues mis besos no los siento exagerados,
son lisonjas, transformadas en suspiros,
que  brotan de mi pecho enamorado.

Quien amando, por su amor en un quejido,
su quietud la transforma en un delirio,
que lo ensalza o se convierte en su martirio, 
es sin duda el amor que has aceptado.


Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario