miércoles, 9 de noviembre de 2022

Sabed esperar el mejor momento.



No es la paloma quien trae la paz, 
no son los símbolos los que determinan
el crecimiento de la voluntad humana,
para una conciliación consigo mismo 
y con sus semejantes.


No es el labio  que huye del encuentro 
con el agua, el que  mitiga la sed, sino
quien  alza sus ojos y sabe esperar 
las gotas de lluvia.
No es la avidez, la que calma 
el nervioso impulso, sino ese retorno sin prisas
al cauce del río, que comienza en un lecho 
de rocas u hondonada, donde el agua 
se reserva, para iniciar su largo camino 
hacia el mar.


Nada de apóstrofes, ni signos de puntuación 
para recamar tus pensamientos, sino la voz
que nace en el cuenco de tu boca y como río
de profundo caudal, discurre recogiendo 
los ramajes de una filosofía, 
que va apareciendo en su largo recorrido,
como lluvia abundante de copiosas gotas,
que vagan sobre las profundas arterias,
de una tierra  que va bebiendo del cielo,
cada una de sus bendiciones.


Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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