como caramelo o un terrón de azúcar que,
provoque una dulce sonrisa.
Apaciguar el tumulto de las olas, en tu marea
vertiginosa y apurar tu néctar sin temor
a morder suavemente tu lengua o ser invadido
por un deseo, más allá de lo permitido.
La mesura origina la calma que, se mece
sobre el tiempo retenido en tu regazo.
Anido en tu mente, poblando con mi dicha
el volumen indefinido de tus pensamientos.
Sentir, sólo sentir sin preguntas, ni respuestas.
Rozar tus senos redondos con mi aliento
e imaginar los pétalos que se desprenden
desde tu corazón.
Abro la espita, por donde salen tus suspiros
y una vez más, beso tu boca en el borde justo
de tus labios.
No consigo adivinar tus pensamientos,
pero llevo en mí escalofrío, la vibración
de tu ser y alzo el vuelo contigo, para prender
una estrella sobre tus cabellos.
Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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