martes, 16 de mayo de 2017

Por falta de costumbre

La falta de costumbre y la mudez,
hace que suenen extrañas las palabras 
cargadas con dosis de amabilidad.

Alguien pensará que encierran 
oscuras intenciones, donde la claridad 
es tan evidente, como visible.

Se crea una necesidad de cercanía  fingida o un conocimiento de la persona 
teatralizado, para tener acceso 
a emitir un saludo.

Cuando esto no ocurre, te dicen...
¿Le conozco de algo?.
Entonces me siento como si fuese
un extraño, ante un paisaje distinto,
perdido en un valle sin horizonte,
ni forma,
en una altiplanicie dominada por lo absurdo. Escrito en Mayo 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz ".

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