escondido entre los montes,
que busca un nuevo horizonte
desembocando en el mar.
Sus venas, en el Nervión,
van llevando su cantar,
su cadencia, al caminar
golpea mi corazón.
Este Bilbao reivindico,
con esa canción de siempre
que se escapa entre los dientes.
al ritmo de un buen zortziko.
Tu costa ha de ser bravura
del marino enamorado,
que en nuevas tierras ha hallado
otra desembocadura.
La voz del mar al oido
pide tu regreso a casa,
la mar es la tabla rasa
que murmura su sonido.
¡Vuelve a casa, buen marino!
Es dónde tienes que estar,
te enamoraste del mar,
mas, no es tu único destino.
Largo será tu camino
de regreso hacia tu hogar,
tu vida fué navegar
y sobrevivir, tu sino.
Bilbao, siempre sonriente
te espera para abrazarte,
desde el día en que marchaste,
una tarde de poniente.
Desde que fuiste un chaval,
tus raíces han calado,
nunca se te ha olvidado...
¡Volverás a tu caudal!.
Con tus penas y alegrías,
bajo un cielo gris pizarra,
surcarás en la gabarra
a lo largo de la ría.
Volverá tu alma inquieta,
a la casa de tu padre,
su puerta siempre se abre
a un corazón de poeta.
Escrito en Mayo 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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