lunes, 30 de agosto de 2021

Todos somos eco de todos 

Las ramas de los árboles, desnudas de ramas,

se me antojan yemas de dedos, 

buscando respuesta entre las nubes 

de algodón de un cielo gris.


Hienden sin herir, el espacio, como un amor

que no se carga de tildes, ni pronuncia 

la aspereza de las palabras,

que no son sentidas.


El eco es una reverberación del pensamiento,

en un silencio que guarda el secreto de amor,

que sin nacer, se siente aún no resuelto,

pero con una imperiosa voz 

que emerge del alma, rompiendo  la soledad y 

el mudo soliloquio de un razonamiento,

que nace en el encuentro de uno mismo 

en otro ser humano.


Escrito en Enero 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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