jueves, 12 de agosto de 2021

El duende solitario.

 Cuando ya no queda nada
entre tu cuerpo y el mío,
tan sólo el hueco vacío 
de tus huellas en mi almohada.


Cuando de su realidad,
huyan nuestras ilusiones,
ya no habrá dos corazones
en una misma verdad.


Sólo quedará el recuerdo 
de esos momentos vividos,
que un día dieron sentido 
a esta vida en que me pierdo.


Ahora voy por la ciudad 
caminando con mis penas,
que como gruesas cadenas,
conforman mi soledad.


Y así me siento a diario,
un errante trovador,
si un día perdí el amor,
hoy soy duende solitario.


Prefiero arder en la pira
de mi triste realidad,
porque si nada es verdad,
pesan mucho las mentiras.


Solitario en pesadumbre 
ardiendo por mi inteligencia,
que al fin, perdí mi paciencia
sin otra luz que me alumbre.


Escrito en Agosto 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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