recorren espacios que ocupan dos cuerpos
que se abrazan y anuda su amistad,
bajo el sello inequívoco de un establecimiento,
como lugar de encuentro.
Las calles hablan de los silencios de la noche,
bajo las últimas farolas encendidas.
Del deambular sin rumbo,
buscando una dirección, en esa ciudad
que deseamos descubrir.
Las calles son esa impregnación del pueblo,
el olor de las cocinas de los restaurantes,
que abre sus corazones y sus puertas
al viajero hambriento, que descubre
una nueva dimensión de aromas y sabores.
Las calles son las almas que se prolongan
hacia el infinito, hasta llegar al cruce
de varios destinos.
Escrito en Agosto 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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